DisturbiKa-Ciones: Entre una cosa y la otra

Me gusta acostarme tarde, tardísimo... la madrugada tiene un olor (y hasta un sabor) que la hace cada vez más interesante, más deseable. Es como si en esas noches, cuando no puedo dormir, el insomnio se hace perfecto cuando me paro en el balcon y la ligera brisa fresca acaricia mi rostro. Es que hasta los cigaros saben diferente! En la soledad de mis madrugadas, mirando el triste farol de enfrente, oyendo a la gata del vecino (la mas ruidosa del mundo), y contemplando extasiada como se consume un cigarro (otro), me siento feliz, y llena de vida... como si valiera la pena no dormir

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¿Cuándo te das cuenta de que una cosa dejó definitivamente de importarte? ¿Cuándo notas que te pusiste (de una vez y para siempre) un capa de "Me importa un bledo", y decides simplemente vivir tu vida y disfrutar cada instante de ella? Yo ya no sé si no me importa, si lo olvidé o si simplemente me estoy haciendo la loca (para no volverme loca). Hacerme la loca para no volverme loca... parece dar resultado: No mirar, no sentir, no decir, no entender, no pensar, no pestañear... aunque se rompa el mundo, ¿será la clave de la felicidad?

Se siente bien cuando tu trabajo deja de ser un trabajo para convertirse en un placer, cuando no te molesta tener que levantarte, cuando no bien llegas ya es el mediodia y luego la hora de irte, cuando no te das cuenta de que hace horas pasó tu hora de salida. De repente no tienes un trabajo, sino hobby de horario fijo. Cuando las 8 horas de labor diaria se convierten en un placer... se te nota hasta en la cara, en la forma de hablar de tu trabajo, en la forma de vestir, de reirte... De repente, cuando no estoy en el trabajo estoy hablando del trabajo o pensando en el trabajo... hasta me he soñado con el trabajo! Pero esto no me causa estrés... al contrario. Mi trabajo me hace feliz, lo compruebo cada día.

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Ya no me duele. Mi hombro está perfecto, mi cuello está perfecto (mi siquis está perfecta) Un analgésico (de esos que curan hasta el mal de amores) se encargó de mis dolores. Ya puedo moverme y respirar sin sentir esta horrible presión en el pecho. Ya no pienso en el accidente, ya no escucho los gritos de Nina, ni veo la guagua dando vueltas en la avenida. Sólo era cuestión de tiempo.

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Y ya! Que la vida me sonrie, que me siento feliz, plena... una mujer completa.

DisturbiKa-Ciones

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