Llegaste de repente... me sorprendiste, me asusaste... pero fue inevitable amarte desde el primer momento. Era impresionante acariciarte, saber que estabas ahi, pensar en ti, imaginarte.
Pero a veces la vida es injusta, y hace cosas que no logramos comprender... y por eso decidió alejarte de mi. Sin preguntarme, sin saber como me sentiría. Ahora ya no estás... y no sabes el dolor que siento de no tenerte. Eran tantas las ilusiones que había forjado en ti, tantas las veces que había pensando en nuestro futuro juntos. Pero así son las cosas. Yo sé que llorar no te traerá de vuelta, pero quiero que sepas que siempre, mientras vida tenga, vas a ser el ser más importante de mi vida.
Hasta siempre. |
Lo bueno, cuando tiene que alejarse de nuestras vidas, es mejor dejarlo partir.... no un hasta siempre, sino hasta pronto.